22 de mayo de 2010
Como estoy viendo en muchos otros blogs, la gente se toma unas vacaciones. ¿Sabéis a lo que me refiero?
Veamos,
Estas vacaciones desde luego que no lo son: duran entre 1-3 semanas en las que si pueden se escabuyenn a ver algunas traducciones (como el boom del momento: spirit boound, que se traduce en el maravilloso foro de purple rose) y ¿por qué no son vacaciones? Porque en las vacaciones puedes rascarte las... en cambio en estos casos, pones los codos sobre la mesa y a estudiar!!
Porque sí, ya llegaron los temibles exámenes finales. Los más importantes, los que dan nuestra libertad para el verano a la vuelta de la esquina. Porque cierto es que si me castigan sin salir por suspender me quedaré en casa escribiendo. PERO sería cuando ellos no se enterasen.... y etc etc y NO.
Además, seguramente no os importe esto, PERO en septiembre (04 exactamente) me voy para Canadá (:D) y volvería el 30-31 de octubre. Si suspendo una, ya me puedo despedir. Mi mejor amiga se va un año a EEUU y tengo, necesito, estar con ella este verano, ir a las múltiples fiestas que se celbrarán por y para ella. Si suspendo una, ya me puedo despedir. Quiero escribir en mi portátil, mi bebé que unos malvados me raptaron. Si suspendo una, ya me puedo despedir. Quiero a mis amigas de mi cole, las clases, el apestoso uniforme, no me quiero ir, pero, si suspendo una, ya me puedo despedir.
Y tras esto que a nadie le importa xd, os dejo durante estas 3 semanas. Hasta el 4 de Junio que termino todo y os cuento. Pero intentaré subir otras cosas:)
Un besooooote:)
39 DIAS PARA ECLIIIPSE:)
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4 de mayo de 2010
Hooola:) A disfrutaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!
Aé quedaba un bloque de escaleras para bajar, y dos escalones para quedar a la vista, ya que la escalera era curva, como la de sonrisas y lágrimas. Las piernas me empezaron a temblar cuando escuché nuestra entrada:
-¡Con todos ustedes la princesa Tisiana Martínez! -las trompetitas empezaron a sonar y tras un último cruce de miradas, Richard y yo descendimos la escalera.
No conseguía ver nada. Un foco nos alumbraba y la multitud se me veía oscura. Abrí mi boca en un intento de sonrisa y saludé. Un aplauso se hizo oír. Respira, respira pensaba. Por fin, llegamos al último escalón y mi padre me cogió de la mano pero alzándola hasta casi quedar recto, todo era muy formal, no como antes...
-He aquí presente a mi primógenita y a su hermano, como ya les íbamos diciendo antes, el rumor es cierto. Pero fue en contra de nuestra voluntad -se apresuró a decir. Tenía toda la atención del público, también la mía. Mientras clavaba su mirada en los invitados nadie hablaba, nadie susurraba, estaban como hipnotizados- Sé que muchos de ustedes, reyes, les habría encantado poder tener a otro hijo, cientos inluso -sonrió mirando fijamente a una pareja que iban elegantemente vestidos combinados por sus coronas. La mujer, que era rubia, sonrió- igual que nosotros, pero bajo ningún concepto hubiésemos quebrandado nuestras preciadas reglas, pero una profecía nos obligó.
Y entonces mi padre, sin tantos detalles como sabía yo, pero aún así con muchos, les comenzó a relatar las historias sobre las profecias, sobre mi supuesta muerte, mi búsqueda, mi encuentro... todo. Hasta que por fin, terminó.
Tampoco ahora nadie habló, y entoncesmi madre, que hasta entonces había estado apartada, se adelantó y dijo:
-Os pedimos perdón por nuestra mentira durante estos casi dieciséis años -no pude sino deprimirme al recordar que en realidad tenía un año menos- pero desde hace siglos las tres profecías se tenían ocultas. Cualquiera de vosotros hubiese hecho lo mismo -fulminó con la mirada a todos. Estuvimos durante varios minutos en silencio, entonces mi madre sonrió: ¡Qué empieze el banquete!
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2 de mayo de 2010
holaa!!!
Hubiese sabido desde un principio quién era yo, de dónde venía y cuál era mi cometido. Sabría utilizar mis poderes como fuese debido, sabría comportarme en los banquetes, sabría comportarme como todos quisiesen que una princesa se comportase, sabría hacerme de querer... hay tantas cosas que sabría hacer si desde un principio hubiese sabido que no soy Tisiana Severino, sino Tisiana Martínez, heredera del trono Mágico de Europa y heredera del líder de los Cinco, aquella formación que los cinco continentes tenían para poder vivir en paz...
Alguien llamó en aquel momento a la puerta, suavemente, tres veces. Me sequé las lágrimas que resbalaban por mis mejillas, me alisé un poco el vestido que me habían dado y di permiso para que entrase fuese quien fuese.
Mi vestido azul de escote cuadrado caía largo y liso hasta el suelo, con tan solo una manga en el hombro derecho donde había un broche de color violeta que me había regalado Insua por la tarde. Mi pelo perfectamente recogido excepto por dos mechones con forma dew tirabuzón que estaban delante. Mi flequillo estaba hacia un lado, como siempre, soloque sujeto con miles de horquillas para que no cayese. Pero mis ojos violeta bordeados por un color negro del maquillaje, miraban penetrantemente a la resplandeciente corona plateada que resposaba delicadamente en mi cabeza.
El rey vaciló y miró a mi madre. Entonces volvió a hablar casi en un susurro.
Mis padres se habían adelantado un poco para discutir, seguramente para hablar sobre lo que dirían abajo. Insua e Iara se pusieron a ambos lados de mi. Tras discutir sobre un plan que a ninguno de mis amigos le gustaba pero que no me dejarían sola, Iara me cogió la mano y sonrió.
-Esta preciosa, Alteza -dijo robándome una sonrisa.
-No chicos, vostros no... -no hizo falta que terminase la frase.
-Siento interrumpiros, chicos -dijo mi padre. Una sensación me recorrióla espina dorsal- tenéis que ir bajando, enseguida bajamos nosotros -dicho esto, Iara me dio un beso en la mejilla, me deseó suerte y se fue escaleras abajo, seguida de Insua que me besó en los nudillos y me guiñó un ojo. Segundos después, mi madre me dio un apretón en la mano derecha. El rey me cogió la otra mano y me acarició la mejilla. Les sonreí a medias, ya que mi mente estaba ya en otra parte, en plan trazado, pero aún así, en este cuadro faltaba alguien... que apareció de la nada con cara de resaca y la corbata mal abrochada.
-¡Richard!-ezclamó mi madre quizá demasiado alto. Dos guardias que se encontraban al pie de la escalera se acercaron unos pasos, pero tras una señal del rey, dieron marcha atrás- Pero bueno hijo, ¿qué horas son estas?
-Sí, bueno, lo siento... no quería -Tenía la voz ronca.
El rey y la reina cruzaron una mirada de complicidad. El rey Richard le puso una mano sobre los hombros y le apretó.
-Os esperamos abajo.
Y tras decirlo, mi madre pasó su brazo por el de su marido y comenzaron a bajar las escaleras. Enseguida los aplausos se hicieron oír. Miré a Richard, nerviosa pero contenta de que esuviera aquí. Debía de haber sido duro ser el heredero y que de repente una completa desconocida ocupase el trono que le habían prometido. Richard miraba hacia otra parte, evitándome, algo que era normal pero que aun así me dolió.
Los ojos violetas de Richard por fin se reunieron con los míos.
-Que no te odio. Verás, sé que sería lo normal, que cualquier otra persona te odiaría pero yo no -se tomó una pausa anes de seguir- . Yo no porque el peso de ser el heredero se me hacía muy grande, la corona me pesaba, las responsabilidads, las reuniones, las clases... sabía que no era para mí, pero claro, ¿qué iba a saber yo, que a quien en realidad sí le correspondía estaba por ahí perdida sin ni siquiera saber quién era? Así que me callaba. Sólo manifrstaba mi desacuerdo emborrachandome y tal... -se puso colorado- sé que no era la mejor forma... pero no se me ha ocurrido nada mejor. Y de repente llegas tú con tus ojos violetas y mi madre casi muere cuando tu estabas inconsciete. Admito que me puse celoso, pero no sabía quién eras. Hasta que mi madre salió de la habitación y me dijo que antes que yo había alguien más. No me lo creí -su mirada recorría la alfombra roja del suelo- al principio, no. Pero entonces cuando despertaste y vi como recorrías el castillo, como devolvías los saludos (aunque admito que vacilabas un poco, lo cual me hace gacia) pero los devolvías como papá lo hace, sin que nadie te enseñase -Sus ojos volvieron a los míos- cómo tras el rapto de tu novio, conseguiste estar en calma, como llevas ahora la corona... y no sé -extencdió los brazos a los lados- una intuición que tengo, tras eso me hacer ver la reina que hay dentro de tí. Vale -dijo llevándose una mano al pelo- ahora sueno cursi y maricón, pero es la verdad, y me cuesta decirte esto... pero... quería -me miró a los ojos- necesitaba que lo supieses, que no te odio, que... aunque parezca egoísta, me has sacado un gran e importante peso de encima. Que pase lo que pase abajo, y decidan lo que ahí decidan -dijo señalando con la cabeza hacia las escaleras- quiero que sepas que no te odio, sino te admiro -sus manos recalleron sobre mis
como si se despertase de un sueño, sacudió la cabeza y sacó las manos de mis hombros echándose a la vez para atrás. Pero yo no le dejé mucho espacio.
-¡Oh! -dije y le abracé- Gracias, gracias, gracias -repetí- Es muy importante todo lo que me acabas de decir, y mucho más al saber cuánto te costó decirlo. Pero lo necesitaba, enserio, y Dios... -sonreía sin parar- No sé que decir excepto que significa muchísimo. Pensé que me odiarías. Siempre quise tener un hermano, y de repente tengo uno, pero al tenerlo le robo algo, y no es que fuese una habitación, sino le robo dos tronos -me separé de él, pero ahora mis manos estaban sobre sus hombros- No sé si voy a reinar bien, si seré buena princesa, pero desde luego seré ,ucho mejor ahora que tengo tu aceptación.
Le volví a abrazar.
-Gracias -dije.
Estuvimos fundidos en un abrazo varios segundos, hasta que él carraspeó y se separó de mí.
-Bien, ahora hermanita, tenemos que presentarte al resto del mundo -me ofreció su brazo, que cogñí encantada- Sé preferirías a alguien más alto y de ojos azules, pero te tenfrá que valer este sustituto.
-Casi eres la compañía perfecta -dije.
Y riendo bajamos por las escaleras.
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