31 de agosto de 2010

CAPITULO 42

Sí lo sé, más tarde que temprano, os traigo el próximo capitulo de mi blognovela. 

INCREIBLE VERDAD??? DOS entradas en un día! Como antes! Ni que fuese Navidad! Jajjajaja
 No, que va, pero voy a intentar terminar el libro esta semana porque el SEIS de SEPTIEMBRE me voy a Canadá por dos meses, y no sé si voy a poder escribir mucho :S Bueno.

Este cap me gustó bastante, la verdad. Aún falta pero creo que ya nada :) Y sin más preámbulos... A LEER:


SALÍ del despacho de la directora al que había ido corriendo después de que Miguel me dijese esas palabras. En fin, el hecho es que salí del despacho con las respuestas que buscaba y, por decirlo de otra manera, con los huevos en la garganta del miedo.

Insua y Iara se levantaron de sus sillas en la especie de sala de espera que se encuentra frente a la puerta de la directora y vinieron a mi lado.

-¿Y bien? -se atrevió a susurrar Insua.

Negué con la cabeza, no quería decirlo en voz alta. Insua y Iara intercambiaron una mirada y asintieron.

Tras despedirnos de la directora y un último abrazo a Miguel, fuimos al coche. Insua conducía por la ciudad sin rumbo fijo pasando de un lado a otro sin mediar palabra, como Iara y yo. Estábamos los tres callados cada uno con nuestros pensamientos que seguramente se entrelazaban en algunos puntos.

Jotapé no estaba, en eso no había mentido el Señor Oscuro, por lo que ahora había que planear el plan de verdad, lo más difícil: el rescate. No tenía la más remota idea de dónde podía estar el Señor Oscuro, si nos estaba esperando, si ya era demasiado tarde...

Hasta que Insua me tocó ligeramente el brazo, no me di cuenta de que había detenido el coche y de que yo estaba llorando.

-Tis, sé que es un momento muy duro, y que seguramente crees que no lo conseguiremos -dijo- pero lo conseguiremos.

Mi mirada borrosa se clavó en la suya, que estaba llena de seguridad. Una media sonrisa se asomó a su cara, y tras echar otro vistazo a Iara, quien sonriente me regaló un gracioso pulgar hacia arriba cerré los ojos un segundo. Tranquila me dije Todo va a salir bien. Ya verás, lo conseguirás, como dijo Insua, lo conseguirás, lo conseguirás me repetía.

Respiré hondo y sacudí la cabeza antes de abrir los ojos, entonces les miré fijamente a cada uno y sonreí.

-Pongámonos a ello.


Unos diez minutos después...

-¿Qué quieres? ¡No me entero de nada! -medio gritaba Iara, completamente frustrada.

-Vale, vale, tranquila -le dije- voy a volver a decirlos, ¿ok?

Mis dos amigos asintieron.

-De acuerdo, como os dije antes, son tres profecías con años, incluso siglos de diferencia pero que todas están de acuerdo en algo: el Señor Oscuro volverá y sólo el salvador podrá... bueno, derrotarlo... -suspiré- aunque tenga que morir en el
intento.

-Bueno, según la... ¿primera profecía? -dijo Insua- eso pasa sí o sí.

-¿Qué? ¿Cómo lo sabes? –dijo Iara claramente perdida. Insua iba a contestar, pero levanté una mano.

-Iara, las voy a decir una vez más, ¿vale? Pero será la última. Apréndelas –ordené. Iara esbozó una tímida media sonrisa. Bajé
la vista hacia lo que llevábamos escrito hasta ahí. Las tres profecías, y alguna anotación de ella:

Primera profecía:
Fue vista en las estrellas por un poderoso hechicero aprendiz del nieto del SEÑOR OSCURO. El hechicero se llamaba ANDREW, HIJO DE FEDERIC. Vino de más allá de las montañas, y como él mismo dijo “algo se cuece en las montañas”

“Guerras frías,
Muerte en las calles,
Gritos de terror
¿Es que no hay salvador?
Enfermedades mortales,
Pobreza por todas partes,
¿Es que no hay salvador?
Pero pronto, un hijo de sangre real nacerá
Aquel será nuestro héroe
Aquel luchará contra lo Negro
Trayendo luz, trayendo harmonía
Pero para entonces años, quizá siglos pasarán
Y todos con miedo pensarán:
¿Es que no hay salvador?”

-“Es más, diría que para ganar esta guerra alguien de sangre real, un heredero, morirá” –HECHICERO. Últimas palabras antes de desaparecer.

Segunda profecía:
En la coronación de los actuales reyes europeos.
“Dentro de su barriga majestad, dentro de su barriga está el nuevo salvador. El heredero que nos dará valor”

Tercera profecía:
No se sabe la fecha de cuando fue dicha, pero la reina la recita en el parto de la princesa:
El heredero del trono será el único capaz de ver en las estrellas la respuesta”

-¿Te ha quedado claro, Iara? –Dijo Insua- ¿O te lo repetimos?

-Eh, sin pasarse –dije. Respiré hondo- Venga chicos, podemos hacerlo. Tenemos menos de doce horas antes de que pase el
tercer día, y para cuando tengamos que reunirnos con el Señor Oscuro, quiero tener algo escondido para poder sorprenderle.

-Bueno, tenemos algo muy bueno, sabemos… -empezó Insua.

-Lo sé –le corté- pero necesitamos más.

-Tiene razón –intervino Iara- El Señor Oscuro no es tonto. Seguramente no creyera que averiguaríamos eso, pero debe de tener un as en la manga, por si acaso –me miró- tal y como deberíamos tener nosotros.

Nos quedamos un rato en silencio, Iara lo rompió.

-Bueno, tenemos la claridad de que probablemente lo más seguro sea de que alguien muera –sé que hizo todo lo posible por no hacerlo, pero me miró- y también tenemos claro la segunda profecía: en la barriga de doña Claudia estaba Tisiana, nuestra futura salvadora. Pero –dijo lentamente, como calculando las palabras- yo creo que deberíamos de avisar a alguien, Tis. Creo que eso es lo que las profecías intentan decirnos.

Bajé la mirada. Ya había pensado en eso, pero no quería decirlo: no quiero a nadie salvo a mí en peligro.

-Tisiana, escucha –dijo Iara- sé que debe ser difícil, pero sólo hace falta echarle una hojeada a las profecías y tener claro una cosa: después de años, incluso siglos de miedo llegará un salvador que dará valor al pueblo de revelarse, de no tener miedo y terminar con el Señor Oscuro.

-Pero –dije yo mirándola- ¿revelarse de qué?

-Bueno –esta vez es Insua quien habla- eso no es ningún secreto. En el internado se corría el rumor de que el Señor Oscuro estaba de vuelta, ya sabes, muchas muertes, apariciones cortas pero mortales de monstruos destructores –alcé las cejas, sorprendida- se dice que son sus esclavos, sus súbditos, su pueblo… el hecho es que sirven al Señor Oscuro.

-Eso significa –dije, sintiendo la bombilla encenderse-que si nosotros atacamos al Señor Oscuro… el Señor Oscuro atacará.

-Exacto –dijo Insua- Al fin y al cabo está escrito –Iara levantó la hoja como queriendo confirmar. Suspiré.

-Avisaremos más tarde, cuando tengamos más ideas –asentí.

-Así me gusta –dijo Iara abalanzándose sobre mí para darme un abrazo.

-Volviendo a las profecías –dijo ella cuando se acomodó de nuevo en el coche- la tercera ya se cumplió.

-Bueno, y la segunda -sonreí- Ya nací.

-Sí, pero aún no eres salvadora maja –rió Iara a quien Insua siguió.

La risa estaba por salir de la garganta cuando lo sentí. Los pelos de los brazos y nuca se me erizaron y, en vano, intenté avisar a Insua y a Iara de la cercanía de Oscuridad, porque enseguida caí en un negro profundo.


Sabía dónde estaba. Ya había estado en este negro otras veces, dos, para ser más exactos. ¿Hola? Dije, no, pensé. Nada ni nadie respondió, pero lo seguí intentando porque sabía que él estaba ahí. Lo sentía. "Qué lista eres" dijo la voz. Si tuviese cuerpo, le recorrería un escalofrío. "En eso te pareces a tu madre, aunque no digo que tu padre no sea inteligente. Por supuesto que lo es, sino, no gobernaría sobre todos los seres mágicos, ¿no crees?" ¿Qué quieres? Pensé. "A ti" La voz fue clara, así que yo también. Le propongo un trato, Señor Oscuro. "Esto se pone interesante" rió el hombre. "¿Qué me ofreces?" Yo a cambio de Leo, el chico que tiene bajo su merced, pensé. "Me parece justo, sí señor" dijo él. Una tímida alegría comencé a sentir cuando la aplacó de lleno cinco palabras: " ¿Y qué pasa con Jotapé?" Silencio por ambas partes. La risa del Señor Oscuro retumbó. "Ya veo, difícil decisión: o el chico por el que estás enamorada, aquel que te enseñó quién eras realmente o tu mejor amigo de toda la vida, aquel con quien compartiste todo y estás segura de que aún falta compartir" Está bien, ¿qué quieres a cambio por los dos? El Señor Oscuro rió. "Quiero tantísimas cosas, Tisiana, que te asustarías. Pero por respuesta a tu pregunta, te diré lo que quieras oír cuando te vea" ¿Y eso va a ser…? "Mañana por la noche" ¿Dónde? "Ah no, Tisiana, no. Esto te toca a ti. Piensa pequeña, piensa. Te quedan menos de cuarenta y ocho horas, pero te dejo con una pista: detrás del agua, nada es lo que parece" Y entonces, una sensación de vértigo me inundó y abrí los ojos con un grito.

-¡Tisiana! ¡Tisiana! –una voz chillaba- ¡Oh Dios, Tisiana! Por favor, abre los ojos Tis, ábrelos otra vez.

-¡Iara, no puedo más! ¡Necesito ayuda! –Dijo otra masculina- ¡IARA AYUDA!

Unas manos que me estaban zarandeando me dejaron. Parpadeé desorientada, pero enseguida me senté. Estaba en el asiento copiloto del coche de Insua, y ellos… estaban fuera. Abrí la puerta y me encontré con una escena que asusta.

Insua estaba a unos pasos de la puerta del conductor con los brazos arriba, la cara echada hacia atrás y la boca abierta. Su pelo azul se hondeaba, su piel verdosa relucía y su ropa al igual que el pelo, hondeaba como si viento hubiese. Pero dentro del campo de fuerza que Insua estaba manteniendo no había ni una pizca. Miré a mi izquierda y me encontré con Iara que brillaba como una estrella. Sus manos, rodeadas por bolas de fuego, se movían disparando hacia fuera. Y fue entonces cuando me fijé en las cosas de las que Insua nos protegía y Iara peleaba. Una especie de manada de toros enormes, negros, peludos y ojos rojos estaba intentando entrar y hacernos daño. Aunque Insua se esforzaba por mantener el campo de fuerza, sabía que dentro de poco iba a caer, se le notaba en el sudor y jadeos que tenía. El campo de fuerza permitía a las pocas efectivas bolas de fuego salir pero no dejaba a nada entrar.

Obligué a mis pies moverse junto a Insua. Le observé durante unos milisegundos más, y le imité. Extendí mis brazos lo máximo que pude y, tras pensar en el campo de fuerza que Insua estaba creando, sentí el chorrente de magia salir de mis manos.

Una sensación de poder me abrumó, pero apreté los dientes y seguí con lo que estaba. Magia y más magia salía de mí. Al igual que en el hospital mágico una energía limpia, pura, blanca emanaba de cada poro de mi piel, deslumbrándome, maravillándome, pero a la vez, agotándome.

-¡Pegaos a mí! –Grité lo más fuerte que pude- ¡Pegaos a mí!

Dos pares de manos me agarraron por los hombros y entonces, cerré las manos en puños y sentí como una ola se expandía en círculo alrededor mía conmigo de centro y mataba a aquellos seres y explotaba algo.

Para cuando volví a abrir los ojos, estaba todo en silencio, salvo por nuestros jadeos. Insua y Iara me soltaron y cayeron al suelo, agotados. Les miré queriendo unirme a ellos, pero apreté los dientes y avancé unos pasos. De los seres, solo quedaban cenizas. Un crepitar me hizo alzar la vista, y me di cuenta de que el bosque a nuestro lado ardía. Por suerte, estábamos en las afueras de la ciudad y nadie nos vio antes ni ahora, cuando con agua, apagué el fuego.

Volví sobre mis pasos y vi que Iara e Insua estaban ya de pie mirando el coche. A pesar del cansancio que tenía encima, una risilla floja me salió por la garganta.

-Lo siento Insua –dije. Su coche había quedado irreconocible.

-Nada, de todas maneras, era un cacharro. Así mis padres me tendrán que comprar uno sí o sí, ¿no? –una media sonrisa iluminó su cara.

-Tisiana –me llamó Iara- eso fue… eso fue increíble. Que lo sepas.

Los tres nos abrazamos, recostándonos los unos sobre los otros, pero enseguida nos separamos.

-¿Qué era eso? –pregunté.

-Deben de ser mutantes del Señor Oscuro. ¿Notaste la magia oscura? –preguntó Insua.

Asentí.

-Yo también –dijo él.

-¿Y cómo yo no? –preguntó Iara indignada.

-Porque los de mi raza somos sensibles a eso –explicó Insua.

-Ah –fue la única respuesta de Iara.

Les miré a ambos. Estaban machacados y con los trajes de la fiesta aún encima y algo chamuscado por aquella ola expansiva. Suspiré.

-Es la hora de ir en busca de ayuda, chicos –dije- Es hora de decirles que las profecías están a punto de cumplirse.

Iara e Insua asintieron, y como si me leyesen la mente, me dieron la mano.

-Llegó la hora de que los ciudadanos mágicos no tengan más miedo y peleen. Llegó la hora de luchar –dije.

Iara sonrió.

-Habla usted como una gran reina, majestad –dijo.

-Futura –concreté devolviéndole la sonrisa.

Entonces, nos tele transportamos.




AHORA MISMO ME PONGO CON LA CONTINUACIÓN! :) OSQUIEROOOO!

OH DIOS OH DIOSS!!! ES INCREIBLE QUE PUEDA DECIR QUE EN UN DIA ES SEPTIEMBRE, Y QUE AL DIA SIGUIENTE TENGA EN MIS MANOS EL INCREIBLE FINAL DE LA SERIE "LOS JUEGOS DEL HAMBRE" DE SUZANNE COLLINS.


Pero así es, en España, el 02 de Septiembre sale a la venta Sinsajo. Como espera a mis capitulos, os dejo la sipnosis del libro junto a su portada y un adelanto (primer capitulo) que tradujo Caty en su blog. Así que por favor, todo el mundo a adorar a Caty:)

SIPNOSIS:

Katniss Everdeen, ha sobrevivido de nuevo a Los Juegos, aunque no queda nada de su hogar. Gale ha escapado. Su familia está a salvo. El Capitolio ha capturado a Peeta. El Distrito 13 existe de verdad. Hay rebeldes. Hay nuevos líderes. Están en plena revolución. El plan de rescate para sacar a Katniss de la arena del cruel e inquietante Vasallaje de
los Veinticinco no fue casual, como tampoco lo fue que llevara tiempo formando parte de la revolución sin saberlo.
El Distrito 13 ha surgido de entre las sombras y quiere acabar con el Capitolio. Al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso plan..., todos menos Katnis.

DIOOOOOOOOOOOS lo siento, tengo que poner algo. Enserio, aquellos que han leído los dos primeros (Los Juegos Del Hambre, En Llamas) ¿no se os retuerce el estómago de la emoción? ¿No queréis dormir para que cuando os despertéis PLAFF, sea DOS? Porque desde luego, YO SI. Y ahoooora, el adelanto-primer capitulo que nos trajo la divina mano de Caty. Gracias Caty.

**Creo que sobra decir que quien no lo haya leido los anteriores libros se detenga AHORA, sino alla tú.**

Miro hacia mis zapatos, observando como una fina capa de ceniza se posa sobre su cuero cálido. Aqui es donde estaba la cama que compartía con mi hermana Prim. Hacia allá estaba la mesa de la cocina. Los ladrillos de la chimenea que colapsaron debido al calor de las bombas sirven de punto de referencia para el resto de la casa. ¿De que otra forma podría ubicarme en medio de este oceano gris?

Casi no queda nada del distrito 12. Hace un mes, las bombas de fuego del capitolio borraron del mapa las casas de los mineros, las tiendas del pueblo, incluso el edificio de justicia.

La única área que se salvó de la incineración fue La Villa de la Victoria. No se exactamente por qué. A lo mejor por si alguien se ve forzado a venir aqui por asuntos del capitolio pueda tener un lugar decente donde quedarse. El reportero de las noticias, alguien enviado para determinar las condiciones de las minas de carbón, una escuadra de agentes de paz en busca de refugiados fugitivos. Pero nadie va a regresar, nadie excepto yo. Y eso es sólo para una corta visita. Las autoridades del distrito 13 estaban en contra de que regresara, ellos lo veian como un riesgo costoso e innecesario dado que al menos una docena de transportadores invisibles surcaban el cielo para protegerme y de esto no sacaremos ninguna inteligencia.

De cualquier forma, yo tenía que verlo. Tanto, que lo puse como condición para cooperar con cualquiera de sus planes.

Finalmente Plutarch Hevensbee
el director de los juegos que organizó los rebeldes en la capital, lanzó sus manos al aire "¡dejenla ir! mejor malgastar un día que otro mes. A lo mejor un pequeño tour por el distrito 12 es justo lo que necesita para convencerse que estamos en el mismo bando"
El mismo bando.

El dolor ataca mi sien izquierda y la presiono con mi mano, justo sobre el lugar donde Johanna Mason me golpeó con el cable.

Las memorias se mezclan mientras trato de resolver que es verdadero y que es falso. Cual fue la serie de eventos que me llevó a estar de pie sobre las ruinas de mi ciudad.

Esto es dificil porque los efectos de la contusión que ella me causó no han desaparecido totalmente y mis pensamientos aún tienen esa tendencia a mezclarse entre ellos, además las drogas que usaron para controlar mi dolor y mi estado de ánimo a veces me hacen ver cosas, supongo. Aún no estoy totalmente convencida de haber estado alucinando la noche en que el suelo de mi habitación del hotel se transformó en un tapete viviente de serpientes.

Uso una técnica que me sugirió uno de los doctores.

Comienzo con las cosas más simples que se que son verdad y avanzo hacia las más complicadas. La lista comienza a desarrollarse en mi cabeza.

Mi nombre es Katniss Everdeen. Tengo 17 años. Mi hogar es el distrito 12. Estuve en los Juegos del hambre. Me escapé. El capitolio me odia. Peeta fue tomado como prisionero. Se cree que el está muerto. Lo más seguro es que esté muerto. Probablemente sea mejor que esté muerto.


Bueno Bueno, con este primer capitulo no puedo hacer más que arrancarme los pelos. Esperemos que nuestra Diosa, Sizonne, no haga ninguna locura y al chico del pan, también conocido como Peeta, MI Peeta, no le pase NADA y termine en manos de nuestra protagonista favorita.




5 de agosto de 2010

En efecto, maldigo mi suerte, porque esto inspirada...que digo, ¡inspiradísima! Y ya sé como entrelazar todo... pero cuando me pongo a escribir ¿qué pasa?

Resulta que mi carpetita azul donde tengo todo DE TODO ¡NO ESTÁ! ¿A qué se debe? A que el estúpido de mi hermano coja mis cosas sin permiso, por lo tanto, el último que vio esa carpetita fue él... pero claro, él no sabe donde está. Estúpido¬¬

Pero no quiero insultar aquí al estúpido de mi hermano, asique solo tendremos que esperar al once a que vaya a una casa en la que estuve hace dos días y llevé la carpetita,cruzar los dedos y que allí esté la carpetita.

Lo siento, enserio.

¡Muerte a mi hermano!

Jejeje tenía que ponerlo :P

2 de agosto de 2010

...

Qué queréis que os diga, es dificil el siguiente capitulo, porque quiero que quede perfecto, así que a pesar de que ya lo he empezado... aun me cuesta terminarlo.

Lo siento, pero a lo largo de la semana, ¡lo tengo!

Un beso,


Nati.

;;

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