2 de noviembre de 2009

CAPITULO 7

Este capítulo es algo cortito, pero es FALLO MÍO, porque me equivoque al subir el 6, LO SIIIENTO MUUCHISIMO!! bueno, como compensación, subo otro más (:


Bueno aquí va: DISFRUTADLO , y LO SIENTO, de veras :S

LEO cogió un papelito que tenía por el coche y me lo tendió. Me asusté. No sabía qué hacer. ¿Y si lo hacía mal y Leo se reía de mí? ¿Y si no pasaba nada? Miré asustada a Leo.

 -No sé qué hacer-le confesé.

 -Para esto simplemente piensa en un carnet de conducir. Toma-dijo, sacándose de su bolsillo un papel en blanco, al que tras pasarle la mano encima, tenía todo lo que un carnet de conducir tenía.

 -¿Es fácil?-pregunté.

 -La magia, para quien lo posea es como hablar.

 -¿Y si no lo posees?

 -Ya hablaremos de eso más tarde, ahora, concéntrate en mí carnet de conducir, y haz uno igual, pero con tus datos.

 Yo miré un poco más sus ojos y su sonrisa que me infundía ánimos. Miré el papelito en blanco que tenía en la mano. ¡Pero si le faltaba un trozo! Y a  un carnet no le podía faltar un trocito. Tisiana, concéntrate, es como hablar, es como hablar.

 Antes de que me diese cuenta tenía dos carnets de conducir en la mano, solo que uno de Leo, y otro mío. ¡Y habñia hecho aparecer el trocito que faltaba! Sonreí y los pasé por el aire.

 -¡Lo conseguí! ¡Sí! ¡Lo conseguí!-miré maravillada a Leo, que sonreía. Éste cogió su carnet (bueno, su trozo de papel) y el mío. Yo seguía en las nubes.

 -He hecho magia. Soy maga. Jajaja-reía y reía, contenta.

 -Sí, la magia corre por tus venas Tisiana-me dijo Leo.

 -¿Pero por qué nunca se me presentó, o nunca hice magia?

 -Bueno, nunca antes te habían pedido que hicieses magia, ¿o sí? –Negué con la cabeza-Pero a lo de nunca hacerlo, puede que sí lo hayas hecho, pero no te diste cuenta. Los humanos no creen en la magia. Venga, piensa en algo…inexplicable.

 Y me acordé de hace unos seis años atrás.

 -Hace unos cuantos años, a los diez quizá, me enfadé con una niña odiosa que se llama Sara-le conté- me había hecho algo, no me acuerdo el qué, pero me enfadé tanto con ella que le deseé mucho mal. Pero lo único que tenía en mente era una maceta de flores, y una maceta de flores le cayó en la cabeza-Leo rió por mi ocurrencia, yo por el recuerdo.

 -Pensaba decírselo a alguien, pero se la llevaron al hospital durante días. Con el tiempo me convencí de que había sido casualidad, y ahí se quedó el asunto.

 -¿Fue la primera y última vez?

 -Primera, que yo recuerde-enfaticé- sí, pero no fue la última. Hubo más, pero sin importancia-sonreí.

Nos quedamos en silencio, mirándonos, absortos en la información que estábamos analizando.

 -¿Sabes cuál es nuestra siguiente parada?-dijo Leo en un susurro. Negué con la cabeza.

 -El internado Mágico. Si tú quieres, claro-añadió al ver que retrocedía.

Me picaba la curiosidad sobre todo ese rollo mágico y mis ojos. Pero sobre todo quería quitarme la imagen de la chica del sueño que tenía en mente desde que Leo mencionó la reina. Así que, lentamente, asentí.

 -Está bien. Llévame a tu internado Mágico-le dije, la voz temblándome.

Leo me sonrió, y arrancó el coche. Me puse el cinturón y pensé, mirando a la ventana, en nuestra próxima parada, que sería, como había dicho Leo, el internado Mágico. Resoplé. Esto solo me pasaba a mí. 


te lo dedico, silvermoon (;

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